lunes, 12 de abril de 2010

Ruta 40 al Sur: desde Esquel a El Calafate.


Viajar por la Ruta Nacional N° 40 partiendo desde Esquel, en la provincia de Chubut, con rumbo Sur, nos permite transitar por la diversidad de paisajes que la Patagonia profunda puede ofrecernos. La verde humedad del bosque andino, la solitaria aridez de la estepa, la imponencia de montañas y glaciares milenarios.

Naturaleza e historia se conjugan tras los pasos de Francisco P. Moreno, la Cultura Tehuelche, Darwin, Fitz Roy… pioneros, conquistadores, expatriados.
El P.N. Los Alerces donde puede apreciarse un monumento natural, el alerce (Fitzroya cupresoides); también el glaciar colgante Torrecillas, los lagos Futalaufquen, Verde, Menéndez y el bello río Arrayanes.

Viajando con rumbo Sudeste, nos adentramos en la estepa y comienza ese rosario de pueblos tan distantes geográficamente, tan cercanos culturalmente, climáticamente, hermanados en su aislamiento.

En Tecka, sitio de reposo de los restos del cacique Inacayal, entramos al bar “El Sabroso Sanguchito”, donde el viejo cartel triangular de Fanta, clavado con tres clavos en la vieja pared de ladrillos, nos sitúa en el tiempo. Lo corroboramos al charlar con su dueña, la amable señora de manos y cara curtidas por el sol y el viento. Hace apenas 58 años que está al frente del boliche, que vio tiempos mejores cuando la ruta pasaba por la puerta y los camioneros se quedaban a comer y a dormir.
Gobernador Costa, mas al Sur, nos sorprende con su museo histórico, donde Natalia, con su prolijo trajecito negro, que contrasta con el polvo que vuela afuera, nos cuenta con orgullo parte de la historia del lugar donde nació, sede de la Fiesta Provincial del Caballo y residencia de los descendientes de otro de los personajes que hacen a la historia de la Patagonia y la Argentina toda: el cacique Sayhueque. El Club Social, Cultural y Deportivo, recién pintado de celeste y blanco y al cual todavía el viento y el polvo no pudieron doblegar, es cuestión de tiempo…. El local nuevo que lleva por nombre “La Rueda”, define pintados sus rubros tan dispares: librería y bicicletería.


Gral. San Martín, lugar donde los tehuelches, con Casimiro Biguá a la cabeza, juraron lealtad a la bandera argentina, comprometiendo su vida en defensa de la soberanía, es hoy eso, una parte de la historia, desconocida y orgullosa. La plaza desierta en las primeras horas de una tarde soleada, nos sirve para sentarnos a almorzar y ver pasar a los gendarmes que van paseando.

Y Tamariscos?, uy!, Tamariscos es una historia en si mismo, un paraje?, mucho mas!. Nos emocionó, nos alertó, nos acarició y lo amamos. Dos cosas hay en Tamariscos, el puesto de Vialidad Provincial y la casa de la familia Böhme cada una a un lado de la ruta. En esa casa-museo nos encontramos con una tromba hospitalaria llamada Liliana, tercera generación de estos inmigrantes alemanes. Su mamá, Trudy, es quien hizo de la casa un museo, tan caleidoscópico como auténtico. Pero más allá de esos fósiles, esos cráneos de pumas, esas bayonetas del ejército conquistador, almanaques de los ´40, ´50, ´60, ´70, lo más interesante de la casa-museo son ellos mismos. Liliana y lo que cuenta de su familia, que llegó a la Patagonia desde Europa en los años ´20.
La historia de la F-100, de los ´70 que maneja Trudy quien cumplió 80 años, solo puede ser contada por ellos, yo no me atrevo, demasiado bien la relató la Lili. Llegó el micro y se tuvo que ir a Esquel, nos dejó en la casa, volvió porque se olvidó la campera y se volvió a ir. Un tornado de amabilidad, sabiduría y magia.
Río Mayo, es muy desordenado. Pero allí está y porque no?. Se celebre la Fiesta Nacional de la Esquila, como será?. Queda para otra oportunidad.


Entramos en la Provincia de Santa Cruz, cruzamos Perito Moreno, de noche y llegamos a Los Antiguos, ya tarde. En el hotel nos recibe Albina, llegó de Bolivia buscando nuevos horizontes con su esposo y su bebé. Sonríe, está contenta, con lo que hace, con el lugar. Encontró ese horizonte?, por lo visto, si. Al menos por ahora, que gusto. Muy tarde, en el restaurant del centro nos preparan milanesas. El matrimonio joven, dueños del emprendimiento, tiene acento y aspecto de gente venida de Europa del Este, hace poco. Que hacen ahí?, es tan tarde para averiguar!. La mañana siguiente, azul y limpia, nos presenta un pueblo ordenado a orillas del inmenso Lago Buenos Aires, un oasis donde el cultivo de frutas finas es la principal actividad productiva.

La ruta se adentra en la estepa, tachonada de coirones, con guanacos y choiques que observan atentos nuestro andar. Aislado, Bajo Caracoles, es el mítico paraje que nos recuerda que debemos torcer a la izquierda para visitar otra maravilla de nuestro recorrido, a unos 40 km se encuentra el Patrimonio Mundial Cultural Cañadón del Río Pinturas y Cueva de Las Manos. Pasar una noche en el antiguo hotel de piedra de Bajo Caracoles es una experiencia única.
Néstor, chileno, está a cargo del boliche, del hotel, de la estación de servicio, del restaurante. También da valiosa información y le tiene la vela a los paisanos trasnochados, que van a chupar y a contar cuentos o a los turistas franceses, de paso a tomar un café, viajando en sus Toyota alquiladas.
Estos son simpáticos. Un grandote, panzón y alegre , charló contento, le gusta la Argentina, me dio un perfume francés, un Tressor para regalarle a Dany.
Una joya en esa estepa desolada, el lago Cardiel, nos sorprende repentinamente con su color turquesa profundo. Mas adelante Tres Lagos, invita a una parada para un café o algo fresco. En el mástil, la bandera desgarrada, es una metáfora de la Patria, indudablemente.



Pronto alcanzaremos el desvío hacia El Chaltén bordeando el Lago Viedma y el glaciar del mismo nombre al fondo. El Chaltén es un pueblito acogedor desde donde parten muchas caminatas y paseos, como para quedarse un tiempo y recorrer el sector Norte del P.N. Los Glaciares y mas allá de él. El mirador del cerro Fitz Roy, telón de fondo e insignia del lugar, es una de las caminatas más hermosas y clásicas. El Lago del Desierto majestuoso y con interesante carga histórica. El escondido glaciar Huemul. Son solo ejemplos de tantos sitios interesantes.


Regresando a la RN 40 más al Sur, nos encontraremos con el paraje La Leona, relacionado con la historia del Perito Moreno. Mas adelante, y torciendo otra vez hacia la Cordillera arribamos a El Calafate. Nos esperan el Lago Argentino, el sector Sur del P.N. Los Glaciares, Patrimonio de la Humanidad, y la imponencia del soberbio glaciar Perito Moreno. Y tanto más…



Podríamos resumirlo en las palabras de Ramón Lista:“En estas latitudes todo excita la emoción: unas veces la triste aridez de las planicies, otras, el aspecto caótico de las montañas y con frecuencia, entre las grandiosas escenas de la Naturaleza, la majestad de las noches serenas nos conmueve hondamente".


miércoles, 30 de septiembre de 2009

Argentina secreta: El Norte neuquino


La provincia de Neuquén se encuentra en el Sudoeste de Argentina, siendo la que se ubica más al Norte de las provincias patagónicas. Está separada de Chile por la Cordillera de los Andes y es conocida por turistas de todo el mundo, principalmente por las localidades de San Martín de los Andes, donde vivo, famosa por su centro de esquí y el maravilloso Parque Nacional Lanín. Villa La Angostura, más pequeña, donde también se esquía en el Cerro Bayo y se accede al único Parque Nacional Arrayanes. Junín de los Andes, mas conocido por los pescadores de truchas argentinos y extranjeros. Situándose los tres sitios al Sur de la provincia.

Pero que pasa cuando viajamos hacia el Norte?. Pasando Junín de los Andes y transitando la R.N. 40, torciendo luego hacia la misma Cordillera, nos encontramos con el Parque Provincial Copahue-Caviahue. El pequeño pueblo de Caviahue, dentro de la reserva, se sitúa a orillas del Lago Agrio o Caviahue, con una interesante forma de herradura que puede apreciarse desde las elevaciones de la región. El lago lleva este nombre debido a que es alimentado por el Río Agrio, que baja desde el Volcán Copahue de 2.965 m.s.n.m., en actividad, y viene cargado de gran cantidad de minerales, que le dan ese sabor agrio a sus aguas y hace que no se desarrolle vida en él.

 

 

El río, a su vez, forma una serie de bellísimas cascadas, que mas cerca del volcán van corriendo y cayendo entre bloques de basalto columnar y el bosque de araucarias (Araucaria araucana), árbol símbolo e insignia de la región, parte de la dieta de la comunidad Mapuche, cuyo género es de época prehistórica y se encuentra en proceso de extinción, hoy protegido y de corte prohibido. Merecería un relato aparte sólo para el árbol.
Después de atravesar el pueblo y alimentar el lago, el río sigue su curso adentrándose en la zona de pastizal, a 8 km al NE de Caviahue, cae en un inmenso hueco, formando lo que se conoce como el Salto del Agrio, caída de agua de unos 60 m de altura. Debido a las pequeñas gotas que flotan en el aire por la caída, es común la formación de arcoíris, sumado al color amarillo-anaranjado de las orillas por la acumulación de minerales, hacen que la belleza de este lugar sea poco común.
A 19 km al NO de Caviahue, se encuentra el complejo termal de Copahue, a 2.000 m.s.n.m., que funciona desde fines de primavera hasta principios del otoño, debido a que el resto del año queda cubierto por la nieve.




Tomando la ruta de ripio que atraviesa la pampa de Trolope, nos topamos con el aislado y encantador paraje El Huecú, que es como un oasis en la estepa. Tiene un hotel, la escuela y el hospital. Y unos habitantes cálidos. Al empalmar nuevamente el asfalto de la ruta 40, nos dirigimos a Chos Malal, la ciudad más grande del Norte neuquino, aunque no supera los 1800 habitantes.

Un personaje curioso, Don Costa, es un griego dueño de la hostería y el restaurant que llevan su nombre. Encontrarse con un griego aquí!. Llegó de joven a San Martín de los Andes, pero la lluvia del bosque andino-patagónico lo hizo regresar a su soleada Grecia natal. Al parecer por cuestiones familiares decidió regresar a Argentina, pero con al convicción de no soportar mas lluvia y por esto eligió Chos Malal, donde el sol brilla unos 300 días al año.
Fue esta ciudad la primera capital de la provincia, pero hoy se ha quedado un poco en el tiempo. Es aquí donde empezamos a notar el alma del Norte. Casas de abobe, acequias, alamedas y muchos chivos (cabras), es sede de la Fiesta Provincial del Chivo.





Unos 50 km al NE de Chos Malal, por un serpenteante camino de ripio y en ascenso, nos encontramos con lo que considero una de las más valiosas áreas protegida del lugar, el Área Natural Protegida El Tromen, eco región de estepa patagónica y altos Andes. En la zona más baja, el Bañado Los Barros, es un humedal de altura con vegetación de juncos que alberga una importantísima avifauna, además de servir como parada fundamental para algunas especies de aves migratorias. Si seguimos subiendo por el camino llegamos a enfrentarnos con el imponente Volcán Tromen de 4.114 m y la vista de su oscuro escorial, testigo de la última erupción. Enfrente de éste se yergue el Cerro Wayle de 3.296 m.

Al pie del volcán, la laguna de altura Tromen a 2.000 m.s.n.m., donde observamos aves tales como varias especies de patos, cisnes de cuello negro, flamencos, macaes y muchas otras.
Como buena parte del Norte neuquino es ésta zona de endemismos, una lagartija que sólo aquí puede encontrarse y un arbusto del género Adesmia, el colimamil, muy apreciado como leña.





Si en cambio tomamos hacia el NO, entraremos en el pintoresco pueblo de Andacollo, con pasado de minas de oro y hoy tratando de fomentar el turismo.

Un importante factor antropológico de todo el Norte neuquino es la actividad de los “veranadores” (no veraneadores), verdaderos trashumantes que cabalgan kilómetros durante el verano buscando mejores pastos para sus cabras, para volver con los animales a casa, antes que comience el invierno. Van a hacer la “veranada”.
Otra vez con rumbo Norte, por el polvoriento camino, comenzamos a divisar la Cordillera del Viento, paralela a los Andes. El próximo pueblo es Las Ovejas. Donde se realiza en Enero la fiesta de San Sebastián, santo presente en toda la región. Aparentemente llegó de España a Chile y luego cruzó los Andes. La cuestión es que esta es una fiesta muy importante, cuya gracia reside en que gente llega caminando desde muy lejos. Algunos peregrinan durante días y días para llegar. Termina el domingo con un gran asado comunal!




A 30 km al NO de Las Ovejas está el Área Natural Protegida Epu Lauquen, de bellísimo paisaje de lagunas, montañas y bosque. Límite septentrional del bosque andino-patagónico, que hacia el Sur se extiende miles de km hasta Tierra del Fuego y la Isla de los Estados. Es, además el único lugar de la Argentina donde es posible observar un ave llamada huet-huet castaño (Pteroptochos castaneus), solamente aquí vi flores de amancay rosado, mas comúnmente amarillo-anaranjado, que también se encuentran. Una extraña Cactácea del género Maihuenia, de vistosas flores aparece en las zonas bajas. Muy buen lugar para caminatas por senderos entre rocas, bosque y cascadas.




De Las Ovejas al Norte, previo una parada en el mirador de La Puntilla desde donde se divisa muy abajo el Río Neuquén y majestuosa, enfrente, la ya mencionada Cordillera del Viento, se arriba a Varvarco, donde habitan unas 400 personas y solamente dos teléfonos existen y ambos con el mismo número!, pacífico y aislado pueblo es prácticamente el último punto de población concentrada.

Mas al Norte el paisaje se torna inhóspito, misterioso y mas que interesante. Varios desvíos desde el camino principal, nos llevan a parajes como Los Bolillos, extrañas formaciones de arenisca que recuerdan monjes en procesión. El cajón del Atreuco, aquí el río se encajona en una formación que nos deja mudos. Los Tachos, donde llegamos luego de una caminata por la falda de la montaña, para ver fumarolas de vapor hirviendo que emergen desde el fondo del arroyo Covunco y donde proliferan algas termófilas de vivos colores. Un lugar magnífico, apasionante y que muy poca gente conoce a pesar de su llamativa belleza.
Más adelante se encuentra el campamento base para ascender el cerro Domuyo de 4.709 m siendo la montaña más alta de la Patagonia.
Aguas Calientes es otro paraje donde las cascadas son de agua realmente caliente y quien hasta aquí llega, tiene la recompensa de un baño termal natural.




Más adelante, muchos km de bellos paisajes y soledad, también pasando a la provincia de Mendoza.

La Naturaleza y la Cultura del Norte neuquino, como podrán apreciar, es de una riqueza y una personalidad extraordinaria. Muy pocas personas, incluso de Argentina visitan estos lugares, tal vez por la escases de servicios, tal vez por desconocimiento.
Es este apenas un apretado resumen de lo que allí se ve, de lo que allí se vive. La mayoría de los nombres de la geografía, son vocablos indígenas, como pueden ver, de origen mapuche. Muchos otros sitios y costumbres quedan pendientes, pero bueno, como para empezar.
Volveré con esto de los lugares mas escondidos de la Argentina, hay muchos, muy variados e interesantísimos.
Espero que lo disfruten.
Gracias!.
Norber.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Atacama


El Norte de Chile es uno de esos lugares en el mundo para los que reservamos calificativos tales como mágico, misterioso, inhóspito, magnífico…, como hago para no caer en lugares comunes…?, bello.
La II Región, llamada Antofagasta, limita al Este con Argentina y Bolivia, y al Oeste con el Océano Pacífico. Es aquí donde se encuentra una de las zonas mas secas, con menor humedad, del mundo: el desierto de Atacama.


Visité Atacama llegando desde el Oeste, desde Argentina, y la experiencia así es completa y enriquecedora. Una de las regiones más bellas de Argentina es la Quebrada de Humahuaca, en la provincia de Jujuy, en el extremo Noroeste del país. Transitando por la Ruta Nacional n° 9, que corre por la Quebrada, tomé el desvío hacia Purmamarca por la RN n° 52 trepando en un zig-zag vertiginoso por la llamada cuesta de Lipán, la cual en su punto mas alto supera los 4.000 m.s.n.m., para luego descender hasta encontrar un paisaje de un color blanco intenso: las Salinas Grandes.


Kilómetros mas adelante, se encuentra Susques, pequeño pueblo situado sobre el Trópico de Capricornio, en plena estepa altoandina. Es este el último antes de cruzar la frontera y donde es posible visitar su antigua iglesia del año 1598, construida con adobe y piedras.
No quiero extenderme sobre todo esto, ya que da para relatos aparte. Sólo para entrar en situación…

En el paraje Jama es donde está el puesto de migraciones argentino, aquí Gendarmería Nacional y Aduana, realizan su trabajo. Al cruzar el Paso de Jama, uno ya se encuentra en territorio chileno.

El Paso de Jama se sitúa a 4.230 m de altura s.n.m., siendo así uno de los más altos de la frontera entre Argentina y Chile, desde donde puede apreciarse el Salar de Jama en su amplitud.
A partir de aquí el camino trepa por los Altos Andes y el paisaje es de “Puna” o pastizal altoandino superando los 4.600 m.s.n.m., alternando con desierto total, salares, lagunas o “vegas”, cerros y volcanes.

En el Salar de Aguas Calientes, nos encontramos con una hermosa laguna de color azul intenso, la cual refleja los cerros Negro y Losloyo, que superan los 5.000 metros de altura. El espejo de agua está rodeado por pastos de color dorado, que acentúan más su belleza.

Pocos kilómetros mas adelante aparecen unas rocas gigantescas que se elevan solitarias en el terreno arenoso, son los Moais de Tara. En esta zona encontramos también varias lagunas rodeadas de pastizal amarillo, las Vegas de Quepiaco.
Toda ésta área pertenece a la Reserva Nacional Los Flamencos de casi 74.000 hectáreas. Es muy común ver manadas de vicuñas, camélido americano protegido, además de zorros y una interesantísima avifauna de altura, donde se destacan tres especies de flamenco que en ocasiones tiñen de rosado las lagunas o el cielo al levantar vuelo en conjunto.


Un desvío desde la ruta principal, de ripio, lleva al Hito Cajón, la frontera con Bolivia a 5 km de distancia. Es el camino que lleva a la Laguna Verde y al sublime Salar de Uyuni.

A partir de aquí la ruta desciende de manera abrupta durante unos 15 km. En las banquinas se ven dársenas de frenado para los camiones, ya que es realmente empinado el descenso.
La vista del imponente volcán Licancabur (5.916 m de altura), nos indica que estamos llegando a San Pedro de Atacama, luego de haber recorrido unos 150 km desde el límite con Argentina. Antes de ingresar al pueblo, es necesario hacer los trámites migratorios.
En San Pedro de Atacama uno vuelve a respirar con comodidad, ya que se encuentra a 2.436 m.s.n.m., se considera a la comuna como la capital arqueológica de Chile. Es un paraje muy pintoresco y muy bello, escasamente poblado, pude ver visitantes de muchos lugares del mundo, especialmente europeos. Es muy agradable recorrer sus callecitas y hay varias visitas de interés. La iglesia de San Pedro, declarada Monumento Nacional, data del siglo XVII, aunque partes fueron reconstruidas. El Museo Arqueológico Gustavo Le Paige, que conserva piezas de la cultura atacameña. La Feria Artesanal.



El Valle de la Luna, declarado Santuario de la Naturaleza, se encuentra al Noroeste de San Pedro, dominado por la Cordillera de Domeyko, desde donde puede observarse una gran depresión, el Salar de Atacama y la cordillera de los Andes donde se destacan inmensos volcanes: Licancabur, siempre presente, Aguas Calientes, Lascar y Acamarachi.
Observamos también un extenso campo de dunas, por el cual un sendero nos lleva a la Duna Mayor, desde cuya cima la vista es conmovedora: los volcanes, la Cordillera de la Sal de afiladas aristas y el Anfiteatro.





Otra de las visitas imprescindibles desde San Pedro son los Geiseres del Tatio. Es un campo geotérmico generado por la actividad del Volcán Tatio, el espectáculo de estos chorros de vapor de hasta 10 m de altura te dejan sin aliento. La visita debe hacerse temprano por la mañana, entre las 5 y las 8, cuando el vapor se condensa por el frío (cuando llegué a las 6, la temperatura era de -12°C, brrrr…!). El camino para llegar aquí es bastante complicado, ya que se encuentra en mal estado y se sube, nuevamente hasta los 4.300 m.


De regreso a San Pedro me detuve en Machuca, típico pueblo atacameño de 15 casas a 4.000 m.s.n.m., dedicado a la agricultura y a la cría de llamas (otro de los camélidos americanos, hoy totalmente domesticado).



Si nos alejamos hacia el Oeste, dejando ya San Pedro de Atacama, llegamos a la ciudad de Calama, cerca de donde se encuentra Chuquicamata, la gran mina de cobre a cielo abierto, que visitara Ernesto “Che” Guevara, en su primer viaje por Sudamérica y que puede verse en la película “Diarios de Motocicleta”.
Mas al Oeste, Antofagasta y el Pacífico. Pero esa ya es otra historia.
Sudamérica también tiene lo suyo, no?.
Ojalá lo disfruten.
Norber.

El duro mediodía de las grandes arenas ha llegado:       el mundo está desnudo,
ancho, estéril y limpio hasta la últimas
fronteras arenales:
escuchad el sonido quebradizo
de la sal viva, sola en los salares:
el sol rompe sus vidrios en la extensión vacía
y agoniza la tierra con un seco
y ahogado ruido de la sal que gime.

“El desierto” Pablo Neruda